Las palabras no le hacen justicia a este magnífico lugar; se trata de lo que experimentas mientras estás allí. Me enamoré de este lugar hace unos 6 años, es pacífico, hermoso, sereno, mágico, y la presencia de Dios, Jesús y el Espíritu Santo está viva y bien allí. Doy gracias a Dios por quien tuvo la idea de crear este maravilloso lugar y también por el personal. No importa por lo que estés pasando, cómo te sientas, cuando empiezas a caminar por el Sendero de Oración, ¡te abandonará antes de que entres de nuevo en la tienda de regalos! Gracias a todos por las maravillosas experiencias y que Dios les siga bendiciendo ricamente y continúen construyendo y creando más escenas bíblicas y contando las historias.